Los bienes de la franja
Otra demostración del empecinamiento catalán por querer tener todo. Este tema no es nada nuevo, viene ya de lejos. Para los que quieran informarse dejo este link con un artículo completísimo:
http://www.elperiodicodearagon.com/especiales/losbienesdelafranja/
Para los que no quieran leer tanto, hago un resumen. En el 1995 el Vaticano ordenó la segregación de unas cuantas iglesias de la diócesis de Lérida que estaban en territorio aragonés y la formación de la diócesis de Barbastro-Monzón que incluiría, entre otras, a estas iglesias. Hasta ahí no hubo problema. Los problemas vinieron a raiz de que la diócesis de Lérida cedió el control de las iglesias a la nueva diócesis, pero no así sus obras de arte, documentos y bienes en general, almacenándolos en la diócesis catalana. Las iglesias aragonesas reclamaron por todos los medios la devolución de los bienes, con el beneplácito del Vaticano y de la ley, pero el obispo leridano no cedió y puso trabas a la devolución, hasta tal punto que a día de hoy todavía continua el litigio. Desde ese momento ha habido sucesivas sentencias del Vaticano a favor de las iglesias aragonesas, pero los distintos obispos que han dirigido la diócesis leridana no han cumplido estas sentencias, sino todo lo contrario, han utilizado todo tipo de tretas y recursos, legales y no legales, para retener las obras, exponiéndolas y beneficiándose de ellas. ¿Pero porqué nadie hace nada para que se cumpla la ley? Bueno, la respuesta es simple, la culpa es de los políticos. El litigio ha durado mucho por la cabezonería de los obispos leridanos, pero en los últimos años, cuando todo parecía acabado porque ya no tenían más argumentos, llegaron los políticos y se metieron en el tema. La generalitat haciendo gala de su poca vergüenza se niega a devolver los bienes, y el gobierno aragonés, que se vende a la generalitat, habla mucho pero no hace nada, mientras que el gobierno central hace la vista gorda, porque no quieren ponerse en contra del gobierno catalán.
Mientras tanto, la cosa sigue igual, hasta hoy. Hoy he leído un artículo interesantísimo, que quería leer desde hace tiempo. Es éste:
http://www.heraldo.es/index.php/mod.noticias/mem.detalle/idnoticia.42939/relcategoria.302
Ya era hora de que alguien pida la intervención de los cuerpos de seguridad para que se cumpla la ley. Es una auténtica vergüenza que 14 años después todavía siga un litigio de fácil cumplimiento, es hora de que alguien mande a la mierda a la generalitat y le enseñe que no pueden hacer lo que les de la gana, es hora de que se cumpla la ley. Porque para eso están los cuerpos de seguridad ¿no? Los catalanes, segurísimos de tener razón se acuerdan poco del follón que montaron con los papeles de Salamanca, pero claro, para ellos ésto es diferente, y lo es. Lo es porque en este caso hay multiples sentencias a favor de las iglesias aragonesas y en el caso de Salamanca el gobierno español se vendio al gobierno catalán y les hizo una ley a su medida. Pero bueno, ese es otro tema. Lo que importa ahora es que la diocesis de Lérida y la generalitat deben cumplir la ley (para todo hay una primera vez) y devolver todos los bienes, y ya de paso, aunque sea mucho pedir, podrían pedir perdon por ser tan hipócritas y haber retrasado tanto un asunto muy sencillo.
http://www.elperiodicodearagon.com/especiales/losbienesdelafranja/
Para los que no quieran leer tanto, hago un resumen. En el 1995 el Vaticano ordenó la segregación de unas cuantas iglesias de la diócesis de Lérida que estaban en territorio aragonés y la formación de la diócesis de Barbastro-Monzón que incluiría, entre otras, a estas iglesias. Hasta ahí no hubo problema. Los problemas vinieron a raiz de que la diócesis de Lérida cedió el control de las iglesias a la nueva diócesis, pero no así sus obras de arte, documentos y bienes en general, almacenándolos en la diócesis catalana. Las iglesias aragonesas reclamaron por todos los medios la devolución de los bienes, con el beneplácito del Vaticano y de la ley, pero el obispo leridano no cedió y puso trabas a la devolución, hasta tal punto que a día de hoy todavía continua el litigio. Desde ese momento ha habido sucesivas sentencias del Vaticano a favor de las iglesias aragonesas, pero los distintos obispos que han dirigido la diócesis leridana no han cumplido estas sentencias, sino todo lo contrario, han utilizado todo tipo de tretas y recursos, legales y no legales, para retener las obras, exponiéndolas y beneficiándose de ellas. ¿Pero porqué nadie hace nada para que se cumpla la ley? Bueno, la respuesta es simple, la culpa es de los políticos. El litigio ha durado mucho por la cabezonería de los obispos leridanos, pero en los últimos años, cuando todo parecía acabado porque ya no tenían más argumentos, llegaron los políticos y se metieron en el tema. La generalitat haciendo gala de su poca vergüenza se niega a devolver los bienes, y el gobierno aragonés, que se vende a la generalitat, habla mucho pero no hace nada, mientras que el gobierno central hace la vista gorda, porque no quieren ponerse en contra del gobierno catalán.
Mientras tanto, la cosa sigue igual, hasta hoy. Hoy he leído un artículo interesantísimo, que quería leer desde hace tiempo. Es éste:
http://www.heraldo.es/index.php/mod.noticias/mem.detalle/idnoticia.42939/relcategoria.302
Ya era hora de que alguien pida la intervención de los cuerpos de seguridad para que se cumpla la ley. Es una auténtica vergüenza que 14 años después todavía siga un litigio de fácil cumplimiento, es hora de que alguien mande a la mierda a la generalitat y le enseñe que no pueden hacer lo que les de la gana, es hora de que se cumpla la ley. Porque para eso están los cuerpos de seguridad ¿no? Los catalanes, segurísimos de tener razón se acuerdan poco del follón que montaron con los papeles de Salamanca, pero claro, para ellos ésto es diferente, y lo es. Lo es porque en este caso hay multiples sentencias a favor de las iglesias aragonesas y en el caso de Salamanca el gobierno español se vendio al gobierno catalán y les hizo una ley a su medida. Pero bueno, ese es otro tema. Lo que importa ahora es que la diocesis de Lérida y la generalitat deben cumplir la ley (para todo hay una primera vez) y devolver todos los bienes, y ya de paso, aunque sea mucho pedir, podrían pedir perdon por ser tan hipócritas y haber retrasado tanto un asunto muy sencillo.
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